¿Qué es una doula?





¿Qué es una doula?




Doula es una mujer conocedora de los procesos (fisiológicos) femeninos que acompaña a otra mujer a transitarlos, desde la preconcepción, si se quiere, hasta el posparto y la crianza.

Es una mujer que conoce el cuerpo de mujer y su sexualidad, las emociones que la embargan, que puede ser madre o no (en mi opinión ser madre ayuda mucho) y que usa toda esta información para el bien de la mujer acompañada, sólo si ella la pide; una información siempre contrastada con la evidencia científica, de manera que las creencias personales quedan a un lado. La doula está junto a esta mujer, camina a su lado, a la escucha, atenta a sus necesidades, sensible a las señales que envía, expectante sin introducir inquietud, sino con una actitud de ecuanimidad. Tiene el don de crear un espacio de seguridad alrededor de la mujer. La doula acepta cualquier maternidad (eso sí, puede elegir qué maternidad no acompaña) sea parecida a la suya o totalmente opuesta.


La doula no ofrece un acompañamiento sanitario. Conoce bien cuál es su lugar y se diferencia de otros profesionales, colaborando en la medida de lo posible con ellos. No aconseja, ni juzga, no sana ni resuelve el conflicto interno que pueda vivir una mujer. No proyecta sus fantasías o frustraciones, ni sus propios deseos. Por tanto no interfiere, se dedica más bien a ser un nexo entre la mujer y el resto, buscando siempre su comodidad, velando por ella, arrojando luz en el camino de la mujer para que pueda elegir en función de lo que necesita y desea .

La doula es. Acompaña con lo que es. Entonces, ¿qué se necesita para este arte? Un profundo conocimiento de sí misma que le lleve a una limpieza interior, para ser lo más parecido a un lago de aguas cristalinas en las que la mujer puede reflejarse y descubrirse. Aguas que reflejan y sacan a la superficie aquellas preguntas, inquietudes, miedos, conflictos, joyas y tesoros que la mujer posee. La doula no importa, es la mujer acompañada la protagonista .


Parece una labor complicada y lo es, además de muy enriquecedora, pues te quita de en medio todo el rato para dejar ser a otra mujer. Un trabajo artesanal el de la doula, combinando la admiración por la Mujer, por lo Femenino, con la capacidad para vincularse lo justo con esa mujer particular. Un vínculo muy estrecho dificultaría, incluso impediría el acompañamiento, sin embargo, considero que cierto vínculo sí es necesario. Y el amor, que se traduce en aceptación de la persona sea quien sea y decida lo que decida.


Por todo ello no basta con acompañar desde la teoría o ideológicamente. Hay que hacerlo desde otro lugar, desde el corazón y también con él en la mano cuando haya que mantener, por así decir, la cabeza fría y los pies en la tierra.


Natalia Navarro


*la que cuida*
Psicóloga y (doula en formación-Diciembre de 2016)



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